domingo, 28 de julio de 2013

¿Y QUÉ PASA CON LOS ADULTOS MAYORES?

Se debe honrar a las personas ancianas. Está en la Biblia, Levítico 19:32, "Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor".
Las personas ancianas deben ser tratadas con respeto. Está en la Biblia, 1 Timoteo 5:1-2, "No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre. a las ancianas, como a madres".
Los ancianos deben ser valorados por su experiencia. Está en la Biblia, Proverbios 20:29, "La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es su vejez".

Las personas, al envejecer, frecuentemente tienen que usar silla de ruedas, caminadores, bastones y otras formas de asistencia y si, en la casa donde viven, hay escaleras para entrar o subir a las habitaciones o una puerta 
angosta en el baño, la vida será demasiado difícil.
Las personas de edad generalmente terminan encerradas por la simple falta de accesibilidad en su propia casa. Cómo se facilitaría la vida si, pasando desapercibidas, las rampas estuvieran ya incluidas en las construcciones,hasta que alguien con silla de rueda, muletas, caminador o coche de bebé las necesite.
La accesibilidad no afecta a nadie pero sí ayuda, no solo a los usuarios de sillas de ruedas o muletas, sino también ayuda a los padres que empujan coches de bebé, personas con incapacidad temporal, trasteos, carros de mercado y, lógicamente, a los familiares, vecinos y amigos de las personas en condición de discapacidad. ¿Cuándo una persona sin movilidad reducida 
tuvo que entrar por la puerta de atrás de un edificio o subir por el ascensor de carga porque no pudo subir por una rampa?
¿Cuándo alguien se queja de que ojala la puerta del baño fuera un poco más angosta para poder pasar?
La situación de discapacidad puede llegarles directa o indirectamente a todos, y las acciones que apuntan a crear espacios amables nos corresponden a todos.

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