A veces creemos que la vida va mal, que hemos cometido muchos errores y nada bueno nos espera. Cuando nos sentimos así, incurrimos en tres equivocadas evaluaciones: primero, nos acusamos como personas inadecuadas; segundo, desmerecemos el presente de manera exagerada como si se tratara de un filtro con el cual sólo viéramos las cosas que llamamos malas; y tercero, sólo observamos un futuro con negros nubarrones, sin tomar en cuenta una serie de circunstancias (ajenas a nosotros) que se pueden acomodar en nuestro beneficio, independientemente de que contamos con cualidades y factores (reales) que se quedaron en el filtro y al no notarlos, angostamos y ennegrecemos el futuro de una manera irracional e infundada, el buen libro dice:Ecl 10:5 Otro desorden hay, que vi debajo del sol, causado como por error del príncipe más que por malicia:
muchas veces por error interpretamos mal a los demas algun gesto o palabra es mal interpretado hagamos lo que dice la palabra de Dios,Sal_130:3 Si te pones a examinar, Señor, nuestras maldades, ¿quién podrá subsistir, ¡oh Señor!, en tu presencia?
no nos convirtamos en jueces.
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