El 6 de marzo de 1836, el ejército mexicano, con el general
(y presidente) Antonio López de Santa Anna a la cabeza,
reconquistó el Álamo en una batalla que dejó
muertos a todos los 182 defensores. Todos, menos nueve, eran invasores
angloamericanos. Unos, como el mercenario Davy Crockett (especulador de
tierras) acababa de llegar a Texas. Jim Bowie (otro
"héroe" del Álamo) era esclavista y traficante
de esclavos. El comandante de los angloamericanos era el coronel
Travis, un mercenario.
Seis semanas después las fuerzas angloamericanas
sorprendieron al ejército mexicano en la batalla de San Jacinto.
En esa batalla gritaban "¡Recuerden el Álamo!"
para justificar una sangrienta revancha y masacre. Al general Santa
Anna lo tomaron preso y, a cambio de perdonarle la vida, lo obligaron a
firmar un tratado que reconocía la independencia de Texas.Si usas tu memoria con un propósito malo, esto hará que seas negativo,
sin objetivos elevados y sin ganas de realizar grandes sueños en tu
vida. Por el contrario, si usas tu memoria con el propósito de recordar
las alegrías pasadas, los éxitos, las victorias, las bendiciones, los
momentos en que Dios actuó en tu vida en forma sobrenatural, recibirás
una inyección de fe, y los mismos hermosos sentimientos que tuviste al
recibir aquellos regalos de Dios serán los que sentirás al recordarlos.
“Me acordaré de las obras de Jehová; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas” (Salmo 77:11).
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