Albert Einstein era una persona muy tímida y no tenía nada de que avergonzarse. La timidez es un rasgo humano, casi universal, pero puede llegar a ser enfermiza si se cae en extremos, como la sociofobia o miedo a socializar con otros. Quien experimenta este tipo de problema atraviesa por una serie de manifestaciones que hacen más terrible el momento: sus manos sudan, se acelera el pulso, las palabras se entrecortan, el pensamiento se nubla y siente el deseo agobiante de huir. Estudios al respecto indican que una de cada ocho personas experimenta estos síntomas al entrar en contacto con la gente.
1Ma_12:40 pero tenía miedo de que Jonatán se lo
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