—¿Tuviste miedo?
—No —-dijo el muchacho—. En seguida se hizo amigo mío y me dijo que yo era un héroe. Esto me puso muy contento. Pero no supe qué hacer. Me preguntó por mi aldea y le dije que estaba muy lejos y que padecía mucha hambruna. Gonaquadet ni me contestó. Bajo la luz de la Luna se quitó su piel y me cubrió con ella y me recomendó: ahora realiza proezas sobrenaturales porque eres un héroe. Yo le pregunté que qué eran esas cosas y él me dijo: Salva a "la aldea de la muerte por hambre"... Y también me dijo: proporciónales a sus "habitantes alimentos que son inagotables". —Y añadió—: ¡Aquí os los traigo!
Alce Coz cumplió el encargo de riqueza que les enviaba Gonaquadet.
Alce Coz siguió llamándose, para inquina de los supersticiosos, Alce Coz, pero recibió como premio a su fidelidad y benignidad la inmortalidad.
1 Corintios 1:28 (Nueva Traducción Viviente)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
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