viernes, 14 de junio de 2013

EL ESPIRITU CORRECTO


Hace muchos años mientras que mi hermana y yo estábamos curioseando entre unas cajas viejas en una bodega, encontramos unas cartas de amor que un novio rechazado había escrito a nuestra madre. Nos divertían sus afirmaciones de amor y la forma anticuada en que se expresaban en aquel entonces, así como la idea de que nuestra madre se sintiera atraída por un hombre con apellido extranjero como el suyo.
Nuestra falta de aprecio por aquellas cartas se basaba en una actitud equivocada y antipática. Para apreciarlas debidamente, hubiéramos tenido que conocer personalmente al escritor y comprender la relación que existía entre los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario