domingo, 1 de diciembre de 2013

El camino más corto no siempre es el mejor

entrar a la tierra prometida, en un viaje que normalmente no debería de durar más de unas pocas semanas. Como posiblemente también sepamos, casi todo el retraso fue debido a su propia desobediencia. Cuando el tiempo de entrar a la tierra prometida finalmente se había llegado, les dio miedo y se hicieron para atrás. El resultado fue que ¡les tomó 40 años más ir a la tierra! y solo 2 personas de la generación inicial pudieron entrar. Todos los demás murieron en el desierto y fueron sus hijos los que entraron en vez de ellos. No nos vamos a concentrar en el ejercicio de la desobediencia. Como quiera, el plan original de Dios NO era tenerlos en el desierto por 40 años. Sin embargo, Dios retrasó un poco el plan de su entrada en la tierra. No por años sino un poquito más que el camino más corto. El pasaje correspondiente lo encontramos en Éxodo 13:17-18 donde dice :“Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. Más hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.” muchas veces decimos  "Siempre lo Mismo."como Israel la forma de verlos los problemas no fue siempre la misma pero ellos veían
 en  el desierto  cada punto donde se detenían igual
Dios nos enseña que cada alto en la vida es un desafió nuevo cada punto es diferente

El camino más corto no siempre es el mejor 

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