domingo, 22 de septiembre de 2013

Otro Evangelio.

La llegada de Cristóbal Colón a América Latina trajo consigo una versión del evangelio, pero no bíblico, puesto que negaba la suficiencia de la Escrituras, la suficiencia del sacrificio en la cruz, reconocía al papa como la autoridad máxima en la tierra y como vicario de Cristo, e igualaba a la Biblia con las enseñanzas de la Iglesia Católica. Ese era y es otro evangelio, un evangelio vicario, diferente al que hemos sido enviados a predicar. Y este es el evangelio que todavía hoy es creído por el 80 % de los Latinoamericanos.
Trescientos años después de la llegada de Colón, arribaron a América Latina algunos protestantes inmigrantes (no misioneros) que formaron algunas iglesias para sus propias comunidades, sin interés de alcanzar a aquellos que les rodeaban. Llamaremos a esto un evangelio privado, que por definición viola el mandato de la Gran Comisión.
Luego de esto llegó un grupo de misioneros, muchos motivados por los avivamientos que estaban ocurriendo en Europa y en los Estados Unidos. Estos misioneros, bien intencionados, fundaron diversas escuelas, hospitales y casas de publicación, pero fracasaron en cumplir con su propósito principal: la evangelización y conversión de los no creyentes. Llamaremos a esto un evangelio educacional y social, con forma de Dios, pero sin poder para convertir el corazón.Gál_1:6  Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente;
Gál_1:7  que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Gál_1:8  Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos
predicado.

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