jueves, 5 de septiembre de 2013

se encomendaría a su Dios

Replicaron los indios que no querían consejos de gente que no conocían, ni menos acogerlos en sus casas, porque les parecían hombres terribles y mandones, y que si querían agua, que la cogiesen del río o hiciesen pozos en la tierra, que así hacían ellos cuando la necesitaban. Entonces Cortés, viendo que las palabras estaban de más, les dijo que de ninguna manera podía dejar de entrar en el lugar y ver aquella tierra, para tomar y dar relación de ella al mayor señor del mundo, que allí le enviaba; por eso, que lo tuviesen por bueno, pues él lo deseaba hacer por las buenas, y si no, que se encomendaría a su Dios, a sus manos y a las de sus compañeros. Los indios no decían más que se fuesen, y no intentasen echar bravatas en tierra ajena, porque de ninguna manera le consentirían salir a ella ni entrar en su pueblo, antes bien le avisaban que si enseguida no se marchaban de allí, le matarían a él y a cuantos con él iban.Si usted ha sido un cristiano por cualquier cantidad de tiempo, lo más probable es que se haya tenido dificultades a través de la forma de entender la conquista de Canaán por Josué. Incluso si usted no la has tenido, casi puedo garantizar que usted ha hablado con alguien que llama a Dios malo y vengativo de su “genocidio” de los grupos de personas enteros. En muchos sentidos, puedo simpatizar con esta acusación. La Biblia parece retratar al juicio de Dios del cananeo en duros términos. Considere Deuteronomio 20:16-18: recuerde que los aztecas sacrificaban seres humanos y esclavisaban a los hombres una invasion por in i9mperio extranjero podris considerarse un juicio de Dios.

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